Resulta gracioso ver los malabares verbales que hace la gente para justificar cualquier cosa. Basta con que uno quiera algo para que inmediatamente se ponga a buscar el modo de retorcer las palabras para así poder presentar sus deseos como si se tratara de algo -no digamos ya con derecho a ello- sino digno del mayor elogio.
Los creadores del programa de T.V. holandés The live Spuiten & Slikken show, han llevado el asunto éste de los reality shows a su punto extremo (por el momento): el conductor comsumirá drogas como heroína y LSD en vivo -bajo la atenta mirada de su madre- y luego tendrá sexo oral para probar si éste lo ralizan mejor los hombres que las mujeres.
"No estamos tratando de shockear, sino de informar" "La idea es tratar estos temas de forma teatral, para luego discutir sobre ellos y crear una crítica adulta" "Sólo queremos explicar [al público joven] lo que estas cosas realmente hacen". Son algunas de las frases explicativas con las que se han despachado los responsables del programa. Me quedo con la primera de ellas, la que, como siempre ocurre en estos casos, demuestra claramente cuáles son las verdaderas intenciones de los creadores de programas televisivos.
¿Qué vendrá después? ¿Una violación en vivo y en directo? (Queremos demostrar el dolor y los traumas que puede provocar actos de este tipo). ¿Una muerte transmitida desde el estudio central de alguna mega-cadena? (¡Bueno, nosotros no matamos a nadie! Ellos osn suicidas y nosotros les proporcionamos los materiales necesarios, lo hacemos para comprender qué hay detrás de todo esto y para enseñarles a los jóvenes que si te suicidas no hay vuelta atrás: ¡Si te suicidas, te mueres!).
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