12 sept 2005

Nadie en el mundo.

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Cuando el Buda nace, los dioses lo reciben en una tela dorada, lo ponen en el suelo, y ese niñito da varios pasos, alza la mano derecha mientras la mano izquierda apunta hacia abajo, y dice: "Mundos superiores, mundos inferiores, no hay nadie en el mundo como yo".
No tuvo que trabajar para descubrirlo, lo sabía al nacer. Daisetz Suzuki, durante su primera conferencia en los Estados Unidos sobre budismo, lo mencionó. Dijo: "Es algo muy raro, que un niño recién nacido diga una cosa como ésta. Uno piensa que debería haber esperado hasta tener su iluminación bajo el árbol bo y su nacimiento espiritual.Pero en el Oriente lo mezclamos todo. No hacemos una gran distinción entre la vida espiritual y la material. Lo material manifiesta lo espiritual". Y a continuación se embarcó en una larga charla, simulando haber perdido todas sus notas. En la pintura china y japonesa hay mucho espacio en vacío, y uno puede leer algo ahí. Del mismo modo, Suzuki nos dejó espacio vacío, simulando haber perdido sus notas, de modo que pudiéramos ayudarlo y sentirnos participantes de la conferencia.Hacer las cosas demasiado bien no es amable.
Al fin Suzuki llegó a ésto: "Me dicen que cuando un bebé nace, llora. ¿Qué dice el bebé cuando llora? Dice: "Mundos superiores, mundos inferiores, no hay nadie en el mundo como yo". Todos los bebés son Budas bebés.

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