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Los norteamericanos no dejan de asombrarme. Ahora quieren venderme una moneda del Imperio Romano. Bueno, eso no tiene nada de raro, es cierto; aunque no comparto ese hobby, hay mucha gente que se dedica a la numismática y a ese tipo de cosas; allá ellos. Lo que me llama la atención son un par de detalles, primero:
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Bueno, los norteamericanos hacen -todos los años- una serie de monedas conmemorativas de veinticinco centavos, pero de allí a que Constantino El Grande haya pensado en el término "conmemorativo" para hacer una moneda... mmmm... qué quieren que les diga.
Pero más aún me llama la atención esto:
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Si una moneda de 1892 cuesta unos 700 dólares, ¿Cómo puede ser posible que una moneda que tiene más de 1600 años sea vendida en $37.50? o mejor aún: ¡3 monedas por $99! (Pero la misma publicidad dice que las cantidades son limitadas).
Sí, sí, ya sé que no estoy diciendo nada demasiado inteligente; solo que no deja de llamarme la atención que una publicidad como ésta sea publicada en una revista de carácter cultural (Smithsonian, Julio 2004) y que haya gente que caiga en una trampa tan absurda y evidente.
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