He vuelto, posiblemente a medias pero he vuelto.
No es que todo se haya solucionado y que ahora viva en un estado de dicha y felicidad similares a los que podrían encontrarse en el paraíso o, al menos, en California; pero algo se ha solucionado (aunque otras cosas han venido a ocupar su lugar) y creo que también deberé obligarme un poco a escribir en este lugar; sin dudas eso podría ayudar a refrescar una a veces demasiada cansada cabeza.
Extrañé este lugar y los extrañé a ustedes; y no exagero: vivir en una ciudad mediocre hace que uno se sienta más solo que en medio del Sahara, aún rodeado de millones de personas. No deja de ser sorprendente, no deja de ser terrible, el hecho de que vivimos rodeados de personas y tenemos que buscar la compañía de otras pocas personas desperdigadas por el mundo, uno aquí, uno en España, otro en Argentina, otro en Perú, etc. Maravillas/pesadillas del tiempo que nos ha tocado; podremos hablar de él, criticarlo o entenderlo o maldecirlo; pero no creo que podamos hacer mucho para cambiarlo.
Y hablando de cambios, debo aclararles que posiblemente FESTIVAL DEL ODIO se transforme en un espacio un poco más caótico. No creo disponer de tanto tiempo ni de tantas fuerzas como antes, así que por el momento El Criticón y Oh, My God! van a dejar de estar en coma profundo para pasar a estar en el limbo (no, no puedo, me resisto a verlos morir) y FESTIVAL va a ser el reducto donde se van a amalgamar los tres temas; sólo espero que el caos no sea demasiado confuso (linda idea la de un Caos Organizado, no?)
En fin muchachos, he vuelto; posiblemente a medias pero he vuelto.
Un abrazo.
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